Estadísticas de cambio
Cuando oigo a algunos políticos presumir de lo mucho que va a mejorar nuestra economía, de los brotes verdes que se atisban, del aumento de exportaciones y otros datos económicos esperanzadores, mientras crece la pobreza infantil, siguen los desahucios, se mantiene el paro, se precariza el empleo y los precios de la energía, el transporte público y otros muchos servicios básicos no dejan de subir… no puedo evitar pensar en los ejemplos extremos que nos ponía un profesor de estadística de mis años de facultad para ilustrar el peligro de dar valores absolutos a los valores estadísticos. Ahí va un ejemplo muy ilustrador:
Supongamos que en pleno invierno, con temperaturas bajo cero, tuviéramos a una persona con la cabeza situada junto a una fuente de calor intenso y los pies a la intemperie. Puede que la temperatura media que soporte su cuerpo se sitúe en un nivel de confort, pero eso no significa que sus circunstancias sean sostenibles por mucho tiempo, o que su situación sea verdaderamente confortable.
Hay estudios estadísticos, encuestas, que resultan creíbles porque se ven corroborados por el sentir de los ciudadanos expresado en la calle, en los bares, en el trabajo, en las salas de espera y en las redes sociales. El porcentaje de descontentos será mayor o menor de lo que dicen las encuestas, pero lo que resulta innegable es que se trata de un porcentaje, cuando menos, lo suficientemente alto como para tenerlo en cuenta.
Según el Barómetro del CIS de enero de este año 2014, más del 50% de la ciudadanía cree o percibe que la situación económica del estado español es mala o muy mala, el 99% cree que es igual o peor que la del año anterior y dos de cada tres personas (el 66 %) creen que continuará igual o peor dentro de un año. Pocas esperanzas parece haber entre la ciudadanía sobre la tan cantada recuperación.
Más del 80% de los ciudadanos (4 de cada cinco) creen que la situación política en España es mala o muy mala, el 90% piensa que es igual o peor que hace un año, pero ¡sorpresa!, los que piensan que será igual o peor que dentro de un año están por debajo del 80%. Una ligera variación que puede ser insignificante, pero en función de cómo evolucione en las próximas encuestas sabremos si es un germen de ilusión y de confianza en posibles herramientas de cambio como las que proponemos desde la Red Ciudadana Partido X, que empiezan a ser ampliamente conocidas y comentadas por la calle y en las redes.
Según el mismo Barómetro, los cuatro problemas que nuestra ciudadanía considera más importantes son el paro (78,5%), la corrupción y el fraude (39,5%), los problemas de índole económica (30,5%) y los políticos y/o partidos políticos (26,9%).
No es casualidad que la Red Ciudadana Partido X presente un programa que ofrece soluciones a estos problemas, y no lo es simplemente porque las soluciones presentadas son las que la propia ciudadanía ha ido elaborando desde fuera o desde dentro de la propia Red. Y no importa si vienen de dentro o de fuera porque para las personas corrientes es más importante encontrar soluciones que tener razón.
Cuando los ciudadanos y ciudadanas decidimos organizarnos y presentarnos a unas elecciones buscamos a gente preparada – de fuera o de dentro – de probadas competencias y honradez a prueba de balas. Por eso tenemos candidatos que no sólo pueden prometer y prometen luchar contra la corrupción, sino que ya llevan tiempo haciéndolo desde la sociedad civil, algunos arriesgando hasta su propia vida. ¡Una gran diferencia respecto a muchas otras listas electorales!
Por eso tenemos un equipo que también incluye personas especialistas en métodos de participación ciudadana, personas que ya llevan tiempo aplicando estos métodos, y métodos que pueden aplicarse a ámbitos más extensos como el de todo el estado español o el conjunto de la Unión Europea. Para establecer mecanismos que garanticen que los gobiernos y las instituciones estén al servicio de la ciudadanía y bajo su control y no lo contrario. Una democracia de verdad, sin ambages, Democracia y Punto.
También se han propuesto y apoyado desde la red a otros candidatos para el Equipo X, que ahí están, formando parte de la lista, con soluciones para crear empleo y dinamizar la economía, soluciones pragmáticas, surgidas desde el clamor popular.
Los ciudadanos y ciudadanas no son estúpidos, ni ignorantes, y saben distinguir cuándo se les intenta vender una moto – especialmente en época de elecciones – y cuando les presentan propuestas serias y honestas. Quizás sea por eso que cada vez tenemos más apoyo, cada vez nos llegan más gritos de ánimo, más agradecimientos, más recursos humanos. ¡Porque la esperanza y la ilusión de que los cambios son posibles es verdaderamente transformadora!